En el Día de Europa, que se celebra este 9 de mayo, UGT pone en valor la respuesta de la UE en relación a la crisis de la pandemia y reclama un protocolo de progreso social que garantice que los derechos sociales prevalecen sobre las libertades económicas
Fuente: UGT Confederal
Para UGT, la celebración del Día de Europa este 2022 está marcada por tres factores significativos. Por un lado, la profunda transformación que ha sufrido Europa y sus gentes tras dos años de terrible pandemia (instrumentos de deuda mancomunados, una apuesta por políticas expansivas frente al dogma de la austeridad, preocupación y búsqueda de la soberanía alimentaria, energética, de insumos, etc., y un evidente cambio en la mentalidad social y laboral de gran parte de la ciudadanía); por otro, la culminación de un proceso de reflexión y diseño del futuro de la Unión Europea (UE) justo en el momento en el que, por vez primera, un Estado decidía abandonarla: la Conferencia sobre el Futuro de Europa (COFOE); y, no menos importante, la guerra en Ucrania tras la invasión rusa.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES), de la que UGT es fundadora, ha sido un actor clave en estos tres procesos. La CES negoció, desde el comienzo y, entre otras cuestiones, la forma en la que la clase trabajadora debía salir de la profundísima crisis causada por la COVID-19: gasto, inversión y solidaridad. UGT participó, a través de la CES, en la creación y dotación de un instrumento como el fondo SURE, que alivió los costes de los ERTE en España; y en el diseño, conformación y ambición de los fondos Next Generation EU, con los que nuestro país tenía a su disposición ciento cuarenta mil millones de euros para invertir y transformar.
Además, gracias a la labor del sindicato en la CES, estamos cada vez más cerca de conseguir el salario mínimo europeo, para que mujeres y hombres perciban iguales rentas si hacen trabajos de igual valor; que se garanticen los derechos de los y las trabajadoras en otras zonas del mundo gracias a instrumentos legales sobre cadenas mundiales de suministro; que las empresas paguen un mínimo igual en toda la UE por los beneficios que en ellas se genera; que los desequilibrios sociales se corrijan; que el diálogo social y la negociación colectiva sean reforzadas en el continente; que los trabajos en plataforma no sean un nicho de explotación; o que el continente sea, cada vez, más verde y sostenible.
La CES fue también uno de los primeros actores en condenar la invasión de Ucrania, exigir el inmediato alto el fuego y facilitar negociaciones encaminadas a lograr la paz, pidiendo a la Comisión Europea (CE) que movilice medios humanos, económicos y políticos para paliar los efectos de la guerra y ofrecer refugio a los centenares de miles de desplazados. En ambos casos (crisis COVID y guerra en Ucrania), las respuestas de las instituciones europeas han sido muy distintas a la dada en anteriores crisis. Para el sindicato, la rapidez, la ambición y la voluntad política mostrada en esta ocasión, han supuesto un fortalecimiento de la unidad europea, también de sus organizaciones sindicales.
Hoy se clausura la Conferencia sobre el Futuro de Europa
En el Día de Europa se celebra hoy, oficialmente, en Estrasburgo, y durante la sesión en la Eurocámara, la clausura la Conferencia sobre el Futuro de Europa, tras un año de intenso trabajo. La CES ha destacado en el desarrollo de esta conferencia, que ha sido un profundo ejercicio de reflexión y pensamiento con el que se quiere definir la Europa del futuro. También destaca que los cambios propuestos por los ciudadanos en los Tratados incluyen, gracias a la movilización de los sindicatos, un protocolo de progreso social, que garantice que los derechos sociales prevalecen sobre las libertades económicas en caso de conflicto. Las conclusiones también piden el fin de los derechos de veto de los estados miembros a través de la votación por mayoría calificada.